domingo, 29 de diciembre de 2013

PEPO Y LOS TRES REYES

En algunas partes del mundo quedaban todavía niños incrédulos resueltos a poner en duda la magia de la Navidad. Taponar las chimeneas, esconder los calcetines o beberse el licor destinado a unos sedientos Reyes eran sólo algunas de las travesuras con las que estos pequeños demonios ponían a prueba año tras año a sus graciosas Majestades. Se trataba de niños obstinados, reacios a soñar. Niños con tanta prisa por crecer como las amapolas en primavera.
Este año Pepo se había sumado al grupo de pícaros, y no veía la hora de que llegara la noche del cinco de Enero para pillar in fraganti a los famosos Reyes y acabar de una vez por todas con esa leyenda que los había convertido desde hacía décadas en misteriosos amigos de los niños de gran parte del Planeta.
Para sobrellevar las incomodidades de una noche en vela, Pepo se había hecho con todas las reservas de café de la despensa. A puñados se metió los granos en la boca, a pesar de que las arcadas a punto estuvieron de dar al traste con su propósito. Había asegurado los pestillos de puertas y ventanas porque confiaba en que el ruido que forzosamente harían los tres Magos al tratar de abrirlas lo desvelaría en caso de que Morfeo le jugara una mala pasada. 
Y, por último, tenía preparada la cámara de fotos para inmortalizar el momento en que sus Majestades se aspaventarían, llevados por la sorpresa. Estaba, en conclusión, listo para destapar el gran secreto. Ese que durante generaciones había dotado de una popularidad inmerecida al trío de hombres. Si alguno antes que él se hubiera devanado los sesos habría obtenido su momento de gloria. El que ahora estaba reservado a Pepo gracias a su astucia y valentía. Poco le importaba renunciar a sus regalos. La recompensa era mucho más jugosa que simples muñecos y juegos de mesa.
Pepo dejó pasar las horas acunado por el tictac del reloj de su dormitorio. No podía calcular el tiempo que tardaría en lograr su objetivo, aunque sospechaba que los Reyes aparecerían más tarde que temprano en escena. Aguardó pacientemente, con los ojos tan abiertos como el sueño le permitía, y hasta tuvo la impresión de que sus orejas habían tomado la forma de las de un murciélago por lo bien que sus oídos detectaban cada sonido producido alrededor.
El inconfundible golpeteo de los cascos de unos animales sobre la calzada lo impulsó a levantarse de un salto. Se alejó de la cama a la velocidad del rayo y bajó las escaleras como gacela perseguida por una fiera. Más que correr volaba en su ansia por alcanzar el salón a tiempo de descubrir el truco tan celosamente guardado. Nadie podía llegar a tantos sitios en una sola noche. Era más que seguro que los Reyes debían utilizar emisarios para repartir sus regalos en aquel tiempo récord. Y ahí estaba Pepo, dispuesto a llevar la noticia a todos los rincones.
La puerta del comedor había sido atrancada por dentro y Pepo pasó unos angustiosos minutos luchando en vano contra el pestillo. Lo golpeó, trató de forzarlo. Pero éste sólo cedió unos momentos después, justo en el preciso instante en que una ráfaga de viento azotaba los cristales de las ventanas, dejando tras de sí un rastro de olor a incienso y mirra. Sintió un balido al otro lado de la calle, pero al asomarse no alcanzó a ver más que una estela de estrellas que titilaban en la noche oscura. 
En la habitación brillaban los envoltorios de los regalos alrededor de la chimenea, en dura competencia luminosa con las luces navideñas. Junto al Belén reposaban los vasos de licor que habían sido formalmente vaciados, y los zapatos rebosaban de dulces y caramelos. En letras doradas alguien había escrito un mensaje en el espejo:
LA MAGIA EXISTE. NOS VEMOS EL PRÓXIMO AÑO, QUERIDO PEPO”.
Desde aquel día Pepo no ha dejado de ser niño y su pasatiempo preferido es soñar despierto.

DONAIRE GALANTE









martes, 26 de noviembre de 2013

CHARLES BUKOWSKI

O el hombre que supo hacer de su delirio poesía.

“Alguna gente no enloquece nunca.
Qué vida verdaderamente horrible deben tener”.

Irreverente, canalla, políticamente incorrecto, aficionado a la bebida y a los excesos.
Su gusto por contravenir las normas y plantearse los por qué de lo establecido le han generado millones de admiradores a lo largo y ancho del Planeta, especialmente entre los jóvenes lectores.

Bukowski seduce. Enamora.
Y no es sólo porque se haya convertido en paradigma de rebeldía y movimiento. No hay censura que no franqueara el autor estadounidense. También en lo que se refiere a su creatividad no conoció fronteras. Su habilidad en el manejo del lenguaje lo sitúa a la cabeza de los escritores más afamados. En medio de la depresión, del alcohol y la miseria, logró triunfar su talento.
Trabajó un nuevo concepto de poesía, de literatura, con temáticas
urbanas y marginales. Considerado símbolo del realismo sucio, utilizó un estilo agresivo, obsceno y, en ocasiones, rayano en lo violento.
Siempre directo, Bukowski nos traslada un mensaje de alto contenido autobiográfico. Desde su primera novela, El cartero, hasta la última Pulp, se manifiestan rasgos de lo que fue su vida matizados con ese tono cínico que solía imprimir a sus escritos.

Genio maldito o simple exhibicionista literario de corte soez, ha tenido defensores y detractores en igual proporción. Su principal mérito radica, sin embargo, en el hecho de no dejar indiferente a público y crítica.

 DONAIRE GALANTE

sábado, 9 de noviembre de 2013

GENTE QUE TE HABLA CUANDO ESTÁS EN MODO OFF


Modo Off.
Modo No.
Aunque desahogarte busques
evita la tentación.

Modo Off.
Modo No.
Si la lengua te provoca
métela en casa y chitón.

Modo Off.
Modo No.
Cuando estés en la duda
recuerda: primera opción.

Modo Off.
Modo No.
¿Tengo cara de charla?
Yo diría que no.

Si conversación quisiera
las miradas buscaría.
¿Tengo pinta de amigo?
¡Si a tu madre ahogaría!

Modo Off.
Modo No.
¿Quieres una bofetada?
Cuenta qué tal te fue el día.

Modo Off.
Modo No.
Cuando cháchara apetezco
de orejas sobran, las mías.

Modo Off.
Modo No.
Ya ves que estoy relajado
ahórrame la letanía.



Dedicado a todos aquellos que hablan cuando las palabras sobran.

Y recuerda: “si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio…”.

martes, 22 de octubre de 2013

MARKETING EDITORIAL

Todo vale en la guerra por acaparar las ventas. 
Reclamos publicitarios, destapar presuntos secretos sobre los autores y sus obras que acrecientan sus leyendas. Hasta asociar los más prestigiosos galardones literarios a rostros populares que no en todo caso cumplen los requisitos esenciales de rigor y calidad estética.

martes, 27 de agosto de 2013

MANUELA, LA PINTORA DE PAISAJES GRISES

           
 La tarde en que Manuela alcanzó su sueño corría el mes de Agosto y hacía frío de otoño. El mar estaba encrespado y el sol se había perdido en el horizonte, espoleado por la tormenta que se anunciaba ya en forma de viento del Norte.
           
La joven artista alineó sus cuadros sobre las losas de piedra del paseo marítimo. Se sentó a esperar. Unas pocas gotas le bañaron el rostro, pero permaneció impasible. Contempló cómo sus compañeros recogían sus bártulos y comenzaban la retirada sin apenas pestañear. Después aspiró el aire salado, llenándose los pulmones de melancolía añil. El cielo se cubría de grises nubarrones, y Manuela se sintió sacudida por una brisa casi glacial.
            Cuando el primer relámpago encendió el crepúsculo corrió hasta su maletín. Desplegó el último lienzo y lo colocó junto a los otros. La excitación le impidió volverse a sentar, pero se mantuvo a una distancia prudencial hasta que el rayo atravesó la bóveda celeste, ahora ennegrecida por la repentina caída de una noche borrascosa, y descargó su furor sobre la tela, dejando una estela de ardiente naturaleza.

            Satisfecha, reunió todas sus herramientas de trabajo y emprendió el regreso al taller.
DONAIRE GALANTE

miércoles, 7 de agosto de 2013

EL PLACER DE LA LECTURA


Hay momentos para la risa y momentos para dejarse arrastrar por el desánimo. Momentos para discutir, gritar, para dejarse embrollar y disfrutar de lo que ofrece la vida. 
Hay momentos para el dolor y momentos para el amor.
Hay momentos para todo, y las vacaciones de verano podrían plantearse como ese momento justo para retomar alguno de esos hábitos saludables largamente pospuestos.
Deporte, una dieta sana, reuniones con viejos amigos o visitas a rincones olvidados. Con un poco de tiempo, muchas ganas de llenarlo de cosas y relax de cuerpo y espíritu resultará fácil encontrar la excusa para reencontrarse con esa parte de nuestro yo que tanto nos motiva.
Altamente positivo podría ser reservar a la costumbre de leer alguno de estos momentos estivales

No hace falta decantarse por cualquiera de los ejemplares que, desde hace demasiado tiempo, pueblan las estanterías de nuestro hogar. Tampoco recurrir a una de las generalmente admitidas como obras de culto. Y ni siquiera optar por ese volumen que, siguiendo la última moda, ocupa las primeras posiciones en las listas de los más vendidos.
Lee lo que te gusta. Aquello que te apetece. Estás de vacaciones, no te castigues con imposiciones estúpidas. Disfruta con una lectura minuciosamente escogida con el único objetivo de procurarte felicidad.

Sólo así recuperarás un placer susceptible de prolongar tus vacaciones más allá de esas jornadas señaladas con tanto anhelo en tu calendario laboral.

DONAIRE GALANTE

viernes, 19 de julio de 2013

JANE AUSTEN


¿Autora para féminas o abanderada de la crítica social de su tiempo?
JANE AUSTEN

Las costumbres de la época que le tocó vivir fueron fuente constante de inspiración para Jane Austen
Contemplaba cuanto acontecía a su alrededor con espíritu crítico y, fruto de la observación y de la experiencia, desarrolló una corta pero fructífera carrera literaria.
El papel de la mujer dentro de la sociedad y las ñoñerías del ambiente rural en que se desenvolvía fueron objetivo permanente para sus dardos envenenados de ironía.
Una escena de una de las versiones de Emma
Muchos de los detalles que sostienen sus textos nos recuerdan a ella misma: los pormenores de la vida en el ejército donde ingresaron algunos de sus hermanos, las vicisitudes de la vida sacerdotal a la que su padre se entregó, el amor por los libros y las ocasionales representaciones teatrales en familia que inspiraron la trama de Mansfield Park; los espacios donde localiza los episodios de sus novelas o la incorporación de personajes tipo, como la hermana confidente de Orgullo y Prejuicio que recuerda, precisamente, a la suya, Cassandra.

Por su filtro pasaron los compromisos largos y los arreglos matrimoniales por interés, así como la necesidad de derribar las barreras sociales (clase media/ burguesía), temas que la han hecho acreedora de un puesto de honor en la sección de novela romántica de las librerías de todo el Planeta.
Sin embargo, más allá de este título, Jane Austen ostenta el privilegio de haber establecido un nuevo estilo en su género. La veracidad de los hechos descritos y un fondo de aleccionamiento encubierto a menudo tras sentencias oportunamente colocadas en boca de los protagonistas constituyen los puntos de apoyo para una literatura inteligente y culta.
La parodia y un sentido refinado del humor son los últimos exornos de unos textos consistentes que soportan el paso de los años con dignidad.

El reconocimiento tardó en llegarle, entre otros factores, por esa condición femenina que tanto reivindicaba. 
No obstante, hoy es una de las escritoras más vendidas y representadas en los medios, existiendo una variedad ingente de versiones de sus obras.
DONAIRE GALANTE

jueves, 4 de julio de 2013

CARNE FRESCA

Me pareció de mal gusto que me citara en el McDonald’s, sabiendo como sabe que soy vegetariana convencida. 
A pesar de todo no quise estropearle la cena, de modo que irrumpí en el establecimiento con una de mis mejores sonrisas, aunque el olor a carne quemada me obligaba a hacer grandes esfuerzos por reprimir las arcadas. 
Debía notárseme la incomodidad porque todas las miradas se dirigían hacia mi persona
Cuando me empujaron en dirección a la cocina se confirmaron mis peores sospechas

De no ser porque se me retorcieron los cuernos habría resultado carne de parrilla para las próximas dos mil hamburguesas.



DONAIRE GALANTE

sábado, 15 de junio de 2013

EL BUEN DECIR

Es un hecho demostrable que las personas que manejan adecuadamente los recursos lingüísticos tienen un buen tramo andado en el camino de la comunicación.
Del mismo modo que dominar varios idiomas suele sumar puntos en la carta de presentación, no es menos importante moverse con soltura en los laberintos del que nos resulta propio dado que, en la mayoría de los casos, es el que utilizamos para afrontar las diversas situaciones de nuestra rutina diaria.

La irrupción de las nuevas tecnologías ha provocado una relajación en el modo de expresarse que, de ninguna manera, debería traducirse en un retroceso en el uso apropiado de la lengua.
Hablar con propiedad no puede estar reñido 
con la economía verbal. 
Es cierto
que negarnos a entrar en la rueda de la modernidad supondría ponernos a la cola del progreso. Que saber aprovechar las ventajas de cada avance implica a la larga una mejora a la que resultaría contraproducente oponerse.
El lenguaje de los sms, el de los mails, el whatsapp; el hecho de que hayamos perdido el hábito de desarrollar largas misivas para decirnos lo que ahora resumimos en unas pocas palabras no puede contraponerse a la necesidad de conocer y controlar el idioma de modo que los errores gramaticales y las faltas de ortografía y expresión no nos pongan en evidencia frente a lectores u oyentes avezados.

El buen orador sabe simultanear los términos; encuentra sinónimos para describir realidades semejantes, sustituye en la oración aquellas partes que le interesan y conoce los distintos contextos en que ha de moverse, adaptando su discurso a cada interlocutor y situación.
Porque el buen orador se apoya en un vocabulario abundante, rico en usos y modismos.

Una educación que soslaya el uso correcto de la lengua no es una educación apropiada. Hemos de partir del origen si pretendemos educar en cultura.
Reivindiquemos la importancia del lenguaje.
Luchemos por la excelencia en la palabra.

Es justo y necesario.

DONAIRE GALANTE

miércoles, 29 de mayo de 2013

SOPLA EL LEVANTE


Sopló el levante guerrero
que arena clava en la piel
cuando a la costa arribaron
dos barquitas de papel.


Anclados junto a la orilla
reposan cascos mojados
castigados por las olas
que sus costados surcaron.


No desafiéis a la mar
pues su bravura os espera
capaz del alma horadar
con su furia traicionera.



¡Ay, navíos silenciosos,
ay, de la tierra que cela
al capitán valeroso

que a la aventura se entrega!

DONAIRE GALANTE

martes, 14 de mayo de 2013

ME LLAMO ERIC Y SOY UN VAMPIRO


Me llamo Eric y soy un vampiro. 

Sí, ya sé que los vampiros están muy vistos, sobre todo en los últimos tiempos, que se han puesto de moda y aparecen por todas partes. 
Tal vez por eso pueda pareceros un oportunista. 
Con todo, aunque existen montones de series, pelis y libros dedicados a nuestro mundo, se cuentan demasiadas mentiras como para que podamos sentirnos orgullosos.

De ningún modo somos esos blandengues enamoradizos que corren tras las piernas de cualquier aburrida humana, ni tenemos esa apariencia física de galán trasnochado con la que nos representan en las crónicas vampíricas. 

Porque los vampiros somos, aunque nos cueste reconocerlo, más bien feos, hasta desagradables a la vista. 
Si bien en nuestra defensa podría argumentar lo siguiente: Con la mano en el pecho, decidme,

¿cómo estaríais vosotros si tuvierais que subsistir únicamente a base de sangre?

No es que me queje; en realidad, me encanta ser vampiro, pero también me joroba cantidad el trato que nos dispensan los humanos: o somos héroes o somos villanos. No hay término medio. 
Sin embargo, hay decenas, cientos de cosas que no sabéis de nosotros. 
Y, aun a riesgo de parecer pretencioso, he venido hasta aquí para dejar el pabellón bien alto. 
Quizás destapando algunas de nuestras intimidades logremos sorprenderos.
Pero, antes, debo saber... 
...¿Sois capaces de guardar un secreto?


DONAIRE GALANTE

martes, 30 de abril de 2013

¿POR QUÉ NOS GUSTA EL TACTO DE LOS LIBROS?


Del mismo modo que necesitamos tocar a las personas, disfrutamos acariciando los libros.

Sus páginas, en esa suerte de intimidad que se crea durante la lectura, se convierten en aliadas del autor en su objetivo de hacernos llegar un mensaje.
Mientras saltamos de un folio a otro, deslizando nuestros dedos sobre el papel, podemos experimentar en nuestra propia piel la rabia, el deseo, el anhelo.
Somos capaces de vibrar ante una declaración de intenciones largamente contenida, de dejarnos sacudir por un terremoto en una isla perdida en medio del océano o permitir que la intensidad de la marea del desamor nos arrastre hacia el vacío de una noche sin fin.
Si los corazones de los protagonistas se encienden impelidos por las pasiones que el escritor ha puesto en ellos será el nuestro mismo el que lata con vocación de romper las paredes de la cavidad torácica que lo contiene.
Al permitir el contacto, el libro se entrega como el amante apasionado. Sin condiciones ni reservas. 
Al palparlo, nos introducimos en sus entrañas, desgranando los misterios que oculta a simple vista.
Percibimos el perfume del mar, el del carbón, el olor a desilusión o el de un éxito abrumador. 

Ni siquiera sospechábamos que existieran antes de haberlos leído, pero ahí están, traspasando la frontera de la imaginación, tal como los describe su creador.
Como también están el sabor amargo de la derrota, el del dolor, o el agridulce de una canción con nombre de melancolía.
Cualquiera puede hacerse realidad por encima de las letras.
Es la magia de la lectura, tradicional o digital, la que logra materializar cada uno de estos sueños.
DONAIRE GALANTE

sábado, 13 de abril de 2013

JOSE LUIS SAMPEDRO


 “La vida es un arder y el que no arde no vive”.

Era cercano, amable, y sus grandes ojos se paseaban curiosos de aquí para allá, tomando nota de cuanto acontecía alrededor. Igual que un silencioso búho.

jueves, 21 de marzo de 2013

CAFÉ OLÉ


Doña Rosa va y viene por entre las mesas del Café, repartiendo besos y claveles como si de una artista de cabaré se tratase. 
Desde el rincón le sigue la pista Octavio. En la mano un puro rancio y en la mirada una advertencia: esa mujer le pertenece y, si alguno osa disputársela, está dispuesto a arrancarle el alma de un mordisco.
En la barra discute Marcelo con Juancho “El rayas”. Política y vino forman mala combinación, aunque más de uno se empeñe en arreglar los desarreglos de los de arriba y sacar al país de la ruina.
Justo cuando hace su entrada triunfal Maruja, la niña de la voz de ángel, agota su última flor Doña Rosa. Es tiempo de dar paso a la juventud, y la niña dirige el paso hacia el tablao. 
Grácil como una pluma, con ojos curiosos aunque experimentados, deja caer la vista sobre el público que, rendido a su arte, aguarda el comienzo de la función.
Divisa Maruja a Octavio, hipnotizado desde hace rato por su nubilidad, y le lanza un ósculo. 
Malinterpreta el gesto Doña Rosa y se lanza furiosa hacia el escenario. Marcelo, Juancho y tres clientes más tratan de separarlas, pero sólo consiguen llevarse unos cuantos arañazos y un manojo de cabellos desgreñados.
Desde el rincón, contempla Octavio el espectáculo, al tiempo que apura los restos de un cigarro trasnochado.

DONAIRE GALANTE

jueves, 7 de marzo de 2013

EL MAGO DE OZ

¿CUENTO PARA NIÑOS O FÁBULA PARA ADULTOS?

Cuenta L. Frank Baum en la introducción a la primera edición del libro, allá por el año 1900, que pretendió "complacer a los niños" de su época, fabricando "un cuento de hadas modernizado, en el que se mantienen la alegría y la fantasía y se suprimen las penas y pesadillas".

jueves, 21 de febrero de 2013

ARTURO PÉREZ-REVERTE

¿VALIENTE O TEMERARIO? ¿HÉROE O VILLANO?
Admirado y odiado a partes iguales, 
Pérez-Reverte se mueve con soltura en el espinoso terreno de la crítica política y social.
Igual que un Robin Hood del siglo XXI, quita y reparte, porque tiene para todo el mundo.
Si efectivamente posee patente de corso, como presume en su columna semanal, ha de tratarse de un documento expedido a instancias de su voluntad de justiciero.
Podría achacársele que, desde la inmunidad que otorga haberse convertido en un superventas, resulta más cómodo esgrimir cierta clase de argumentos.
Pero lo cierto es que Pérez-Reverte lleva más de veinte años levantando la espada de Damocles; concretamente, desde que allá por el año noventa y tres abandonase el programa Código Uno de RTVE por considerar que contenía "basura".
Directo, independiente, con un humor ácido y dominio de la ironía, si goza de una posición privilegiada en el mundo de la cultura y el arte es gracias a una dilatada trayectoria jalonada de éxitos.
Novelista y articulista, quizás su criatura mejor ponderada haya sido Alatriste
Al respecto, es justo atribuirle el mérito de haberle dado vida a uno de esos personajes literarios que terminan por desligarse de su creador, resueltos a caminar solos en el difícilmente conquistable universo del lector medio. 
Alatriste, como su autor, disfruta por méritos propios de un lugar destacado en la historia de nuestra Literatura más reciente. 
Y, como digno representante de muchas de las virtudes y defectos de sus compatriotas, lo admiramos en la misma medida que al escritor que nos lo regaló.
DONAIRE GALANTE

jueves, 7 de febrero de 2013

EL SECRETO DE LA SANTA HERMANDAD



           Lo guardé cuidadosamente bajo la saya antes de abandonar el monasterio. El viaje que me aguardaba era largo y tortuoso. Apenas contaba con unas pocas monedas para llegar a mi destino y muy poca ayuda, pues todos mis compañeros habían desaparecido a manos de la Santa Hermandad. 
Si lograba mantener el manuscrito a buen recaudo hasta alcanzar el otro lado del río aumentarían mis posibilidades de sobrevivir. Conocer un secreto de tanta magnitud significaba arriesgar la vida, especialmente cuando la intención era llevármelo a la tumba.
      Atravesé el jardín con sigilo. Los religiosos dormían. El silencio nocturno era sólo interrumpido por el graznido ocasional de las lechuzas o el canto de grillos y chicharras. 
“Lo lograré”, me repetí mientras avanzaba en dirección al bosque. Con aquella indumentaria jamás me reconocerían. “Además, una mujer jamás levantará sospechas entre los habitantes de la comarca”.

DONAIRE GALANTE