lunes, 6 de agosto de 2012

LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK


“Quinn se quedó paralizado. Ahora no podía hacer nada que no fuese una equivocación. Cualquiera que fuera su elección –y tenía que elegir- sería arbitraria, una sumisión al azar. La incertidumbre le perseguiría hasta el final”.

Un mundo propio de personalidades encontradas, investigaciones abiertas e identidades perdidas. Así es el universo que Paul Auster concreta en
La Trilogía de Nueva York.
Es La Trilogía de Nueva York un texto que destaca por su excelencia. Se trata de una obra compleja, que mezcla la intriga con el análisis psicológico o el ensayo con el estilo periodístico, en tanto nos abre puertas insospechadas hacia otros destinos.


Se abre la trilogía con un recorrido por la ciudad de los rascacielos que nos conduce hasta minúsculas habitaciones donde el pensamiento resulta confinado por imperativo.
La búsqueda, el descubrimiento y, como colofón, el desconcierto. Es el camino a seguir en cada uno de los relatos que componen la obra.
Los elementos más característicos de la novela policíaca se diluyen entre episodios inesperados y giros sorprendentes.
Tres novelas (Ciudad de Cristal, Fantasmas y La habitación cerrada) que confluyen en un mismo planteamiento: la confusión de sus protagonistas, enredados en los laberínticos paisajes del alma humana.
La literatura dentro de la literatura, la escritura como hilo conductor, la inmensidad de una urbe que devora a sus habitantes y los confunde hasta el punto de convertirlos en lo que no son.
El caminar como ejercicio estimulante, la feminidad en sus diferentes facetas: la voluptuosa e inquietante Virginia, la ya inalcanzable prometida de Azul y la dulce y confiada Sophie; todas y cada una colchón sobre el que reposar los tormentos del espíritu masculino.
Sórdido, provocador, sorprendente... Paul Auster nos entrega una literatura compleja que va más allá de lo aparente. Una literatura de calidad que apuntala sus bases sobre la originalidad y los juegos psicológicos.
El punto álgido de cada una de las tres novelas se alcanza en las conversaciones que se desarrollan entre sus protagonistas. Enfrentados por una trama inexorable, Quinn y Stillman, Azul y Negro, Fanshawe y su viejo amigo, son obligados a entenderse. Y sus diálogos nos regalan algunos de los momentos más bellos de la trilogía.
Un libro, en definitiva, que no te dejará impasible.


DONAIRE GALANTE

3 comentarios:

  1. He leido varias novelas de Paul Auster y aunque al principio no me gustaba mucho, ahora soy un lector incodicional suyo.

    Un abrazo

    fus

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  2. hl, Fus
    no es q sea novela policíaca stricto sensu pero su forma de narrar engancha y despierta la curiosidad de saber en qué parará la trama. un abrazo tb

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  3. Pues no, de este autor no he leído nada y tengo un atasco enorme antes de poder iniciarme en él
    un abrazo

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