viernes, 21 de diciembre de 2012

jueves, 6 de diciembre de 2012

CUENTOS INFANTILES


Clásicos o modernos, todos fuimos niños y a todos nos puso a soñar algún que otro cuento.
Princesas en apuros, hadas capaces de los más atrevidos hechizos, dragones voladores o guerreros dispuestos a enfrentarlos para salvar a sus amadas.
Quisimos ser los héroes de aquellos textos que, entre nuestros dedos, desgastaban sus páginas a marchas forzadas.
Escuchamos a nuestros padres, a nuestros abuelos, narrando aquellas historias que nos fascinaban más que un juguete nuevo.
Hans Christian Andersen, los hermanos Grimm, Perrault, se acomodaron en las cabeceras de nuestras camas ofreciéndonos fábulas que jamás olvidaremos. 
Y los protagonistas de sus leyendas traspasaron la barrera del papel y del tiempo, convirtiéndose, por derecho propio, en Cenicienta, Caperucita Roja o Blancanieves
Nombres propios que durante siglos han engrosado la tradición artística y audiovisual, que nos han regalado nuevos momentos inolvidables que vienen a ratificar la importancia del cuento en nuestro día a día.

jueves, 22 de noviembre de 2012

LUNA



           Es noche de brujas. 
Un sinfín de faldas revolotea alrededor de la hoguera. Las azota el mismo viento que se empeña, en vano, en apagar el fuego. 
Las risas de las mujeres escapan hacia el cielo para perderse entre las estrellas.
            Chisporrotea la lumbre. 
Es día de fiesta y celebración. Hasta la madrugada el bosque se teñirá de rojo. 
Como los labios de Luna.
            Luna es joven. 
Es, de hecho, la más joven de las hechiceras, pero su pasión es tan grande como el océano. 
Y eso la convierte en apta.
Ha llegado tarde y, después de ser amonestada por las veteranas, se incorpora a la rueda.
            Enreda sus manos con las de sus compañeras y deja que sea la fuerza de su espíritu la que la obligue a girar.
            Una vuelta, otra y otra más. 
Así hasta el amanecer. 
Luna sabe que con las primeras luces del alba su mayor anhelo se cumplirá: está próximo su bautismo y, hoy más que nunca, se siente preparada para ejercer la magia.
DONAIRE GALANTE

jueves, 8 de noviembre de 2012

EDGAR ALLAN POE


        El cuento, el relato corto, tal como los conocemos hoy, no habrían llegado a ser lo que son sin la aportación determinante de Edgar Allan Poe.
        Tampoco se concibe cierta literatura de género, la del terror, la del misterio, sin el nombre de este escritor, considerado sin discusión una de las grandes figuras de la literatura de todos los tiempos.
        De prosa elegante, innovador, atrevido, cáustico en sus críticas y con cierta propensión al escándalo, fue periodista y crítico literario, aunque tenía, ante todo, alma de poeta. Defendía, de hecho, que en la poesía radica la esencia de la literatura. Y fue, precisamente, su poema El cuervo el motor de arranque de su notoriedad.

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”
Extracto de El cuervo

        A pesar de todo, dominó como nadie la estructura del relato, otorgándole un dramatismo, una intensidad narrativa, que han marcado el desarrollo de la literatura posterior.
        Reivindicado por muchos, en virtud de Los crímenes de la calle Morgue, como el fundador de la novela de misterio y del género detestivesco o policíaco, ha tenido Allan Poe influencia en el resto de las artes; así, el cine, la música, la televisión, la pintura, se han venido nutriendo de la genialidad del autor estadounidense.
        Buena prueba de ello la constituyen las múltiples adaptaciones de sus obras (entre otros, Jean Epstein, Edgard G. Ulmer, Albert Rogell y, sobre todo, Roger Corman) o los dibujos inspirados en sus relatos de Doré o Manet. 
        Lo gótico, lo siniestro, lo sobrenatural, la muerte, fueron caldo de cultivo para una mente inquieta que defendía la importancia de los sueños como pasaporte a una realidad, la imaginada, que a menudo supera a la propia vida.


Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.

Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.
Edgar Allan Poe

jueves, 25 de octubre de 2012

ESCRITURA DE COMPROMISO


"No se es escritor por haber decidido decir ciertas cosas, sino por haber decidido decirlas de cierta manera".
Jean-Paul Sartre, ¿Qué es la Literatura?

Según el filósofo y escritor francés, el autor debe adquirir un compromiso doble: consigo mismo y con el lector al que se dirige. Poner la pluma al servicio de la comunidad, al objeto de inquietar conciencias. 


La literatura de compromiso ha sido desarrollada por infinidad de autores desde tiempos inmemoriales. De hecho, como la literatura desde sus orígenes ha estado ligada a la realidad y a la experiencia, muchas obras han sido reflejo de la sociedad que las ha visto nacer. De sus inquietudes, de sus pretensiones de mejora. Y esa es la razón de que los textos, a menudo, expresen una necesidad de cambio.


"Comprometidos, lo estamos, aunque involuntariamente […] no es la lucha la que nos hace artistas, sino el arte el que nos obliga a ser luchadores […]. Por ser el mundo como es, estamos comprometidos con él, queramos o no queramos, y somos por naturaleza enemigos de los ídolos abstractos que en él hoy triunfan".
Albert Camus,  El testigo de la libertad.

Pero existe una literatura igualmente válida, igualmente admirable, y es aquella que, dejando al margen cualquier pretensión reivindicativa, tiene como fin básico deleitar. La que despierta ilusión, la que se desarrolla en torno a los sueños.

Ambas pueden ir o no unidas. Pueden caminar en paralelo sin llegar a confluir en un único camino. O bien pueden aunar fuerzas para sacudir al público en sus emociones hasta lo más profundo.


DONAIRE GALANTE

jueves, 11 de octubre de 2012

BARRIO DE SANTA CRUZ


Hoy he descubierto un nuevo amigo. 
En el sitio más insospechado.
Me esperaba, con expresión afable, la mano tendida hacia el frente. Haciendo ademán de alcanzarlo todo, de fundirse con el ambiente sosegado que lo rodeaba.
En silencio, igual que un convidado de piedra, observaba cuanto acontecía alrededor con sonrisa complaciente. ¡Qué placer estar aquí!, decían sus ojos.
Me he detenido frente a él, envidiando su suerte. Y después he seguido mi camino hacia el entramado de calles que componen este sevillano barrio.
Los turistas se agolpaban en los rincones más típicos, atentos a las explicaciones de los guías. Disparando a menudo sus cámaras con la esperanza de retener para siempre el recuerdo de un entorno único. Las parejas se abrazaban con idéntica suavidad a como transcurría el tiempo entre naranjos, macetas y geranios.
A cada paso un azulejo, una casa con historia, una huella del flamenco tan presente en aquella y otras partes de la ciudad. Hasta las guitarras se habían confabulado para alborotar el espíritu, salpicando con acordes desgarrados las estrechas callejuelas de la judería.
Todavía en el Patio de Banderas se las sentía latir, dulces y evocadoras como las melodías que entonan sus cuerdas.
Sin pretenderlo terminé mi recorrido frente a mi recién estrenado amigo. Reparé esta vez en la placa bajo sus pies: sólo llevaba allí desde agosto, mientras que yo había tenido años para contemplar la belleza circundante. Y, sin embargo, él podría a partir de ahora deleitarse cada día con el rumor de las fuentes, el revoloteo de las palomas y las acrobacias de los cernícalos primilla. Podría dejarse acunar por el murmullo de los visitantes que se mezcla con esa calma única de sol y arquitectura popular.
Quise ser una estatua y quedarme allí, junto a él, por toda la eternidad, con el único cometido de disfrutar de las vistas del Palacio Arzobispal, la torre de la Giralda y la Catedral.

Donaire Galante

jueves, 13 de septiembre de 2012

MANÍAS DE ESCRITOR. II. TIEMPO DE TRABAJO

El tiempo de trabajo cobra dimensiones insospechadas en lo que a los escritores se refiere. 
Lejos de plantearse un calendario laboral previsible, a imagen y semejanza del resto de profesionales de otros gremios, el escritor se encuentra permanentemente en activo, condicionado por esa lucecita que, en ocasiones caprichosa, se enciende y apaga en su interior sin que él pueda hacer algo por evitarlo.
Muchos hablan de DISCIPLINA como un Dios Todopoderoso que es posible imponer al resto de consideraciones. Y no es falso que el trabajo llama a la inspiración, como bien apuntó Picasso en otros términos. Pero también es cierto que sería demasiado optimista afirmar que, en todo caso, ésta depende de la organización y el orden. Porque la constancia sólo puede dar réditos en la medida en que el trabajo resulta productivo. 
Uno puede sentarse durante horas en un escritorio, frente al portátil, o pasear el lápiz sobre el folio con la ilusión de que las ideas se materialicen, convirtiéndose en perfectas líneas de una sensacional novela. Pero ni el escenario más propicio ni el aislamiento más absoluto conforman garantía de un buen trabajo. 
Y el escritor precisa como nadie, además de trabajar, que el fruto de su actividad tenga un valor. 
Si está falto de pilas, por mucho que se empeñe en combinar el negro sobre el blanco, no obtendrá más que renglones torcidos con los que alimentar las papeleras de su habitación. 
Sólo en un período floreciente será capaz de llevar a buen puerto cualquier proyecto que emprenda. 
Esto es lo que hace que, a priori, resulte complicado establecer una rutina. Porque en el momento en que la historia se apodera del autor éste deja de habitar su piel para trasladarse al interior de su creación. Desaparecerán los horarios, los calendarios; cualquier momento del día, sin medida, incluido el sueño, el autor se verá perseguido por sus propios personajes. Se sentirá parte de la historia, hasta el punto de respirar a través de ella. Cada objeto dejará de ser parte de la realidad para convertirse en un potencial elemento a incluir en su obra. 
A partir de ese momento, la identidad del escritor se diluye hasta fundirse con la ficción. Necesitará anotar una idea, una palabra, una frase que, de otro modo, se perdería para siempre; y esa obsesión lo empujará a saltar de la cama en plena noche, igual que un enfermo, para correr al otro extremo de la casa donde le esperará su fiel libreta, esa que es testigo de sus desmanes y sus trasnoches.
Donaire Galante

viernes, 31 de agosto de 2012

ESTRELLA ERRANTE




ESTRELLA ERRANTE

Amanecía
cuando le salió al encuentro
poseída por sus cabellos de oro.

Recorría
la distancia que los separaba
como si en ello el alma le fuera.

Se dejaba
acunar por el viento
mientras soñaba cómo sería verlo.

Y así perdió la noche
para encontrar el alba
que le era desconocida.

Desde su firme atalaya
enmudecía él.

DONAIRE GALANTE

lunes, 6 de agosto de 2012

LA TRILOGÍA DE NUEVA YORK


“Quinn se quedó paralizado. Ahora no podía hacer nada que no fuese una equivocación. Cualquiera que fuera su elección –y tenía que elegir- sería arbitraria, una sumisión al azar. La incertidumbre le perseguiría hasta el final”.

Un mundo propio de personalidades encontradas, investigaciones abiertas e identidades perdidas. Así es el universo que Paul Auster concreta en
La Trilogía de Nueva York.
Es La Trilogía de Nueva York un texto que destaca por su excelencia. Se trata de una obra compleja, que mezcla la intriga con el análisis psicológico o el ensayo con el estilo periodístico, en tanto nos abre puertas insospechadas hacia otros destinos.

jueves, 19 de julio de 2012

EL BLOG DE LA LIBRERÍA BETA

En los tiempos que corren -crisis, descreimiento, nulidad de propuestas- cualquier iniciativa cultural es susceptible de ser considerada una osadía. 
Si además la iniciativa proviene de uno de los sectores más afectados por la dañada coyuntura económica el mérito de sus promotores aumenta.
Es lo que sucede con la actividad desarrollada por la Librería Beta. Este establecimiento, radicado en Andalucía desde hace casi 40 años, cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito de la cultura popular. 
Célebre por ser punto de encuentro para el arte en general y la literatura en particular, resulta, además, casa de acogida para autores consagrados y noveles
Los creadores locales reciben un trato de honor en este centro donde la cercanía y el trato personalizado forman parte de la filosofía de su plantilla de trabajadores.
A su bagaje internaútico (facebook, twitter, web de la librería) suma ahora un nuevo reto, el de lanzar con propósito de continuidad un blog que pretende dar cabida a la crítica literaria, la publicación de relatos y la información y divulgación cultural.
Sólo se necesita ilusión y abrir una vía participativa para llevar a buen puerto un bonito proyecto que, de seguro, arrastrará ya un numeroso grupo de seguidores desde su estreno hace casi dos meses.


Donaire Galante

jueves, 5 de julio de 2012



Hoy os dejo una reflexión...


La pluma es la lengua del alma.

Miguel de Cervantes Saavedra







Yo estoy de acuerdo... ¿y tú?


Como decía Alejandro Sanz (Amiga mía):   
"Esta es mi manera de decir las cosas , no es que sea mi trabajo es que es mi idioma".

jueves, 21 de junio de 2012

AQUELLA MÁGICA LIBRERÍA


En casa de la abuela había una de esas librerías de biblioteca antigua que destilan maneras misteriosas. 
A pesar de contar entre sus estantes con polvorientos libros y volúmenes descatalogados de incalculable valor, acumulaba también ejemplares novedosos adornados con portadas coloridas y rellenos de cientos de hojas de excepcional blancura.
            Tenía la librería un olor incomparable, a rancio y madera de pino, que inundaba la sala durante todo el día, y en una de sus esquinas superiores escondía una extraña inscripción a la que resultaba imposible acceder sin la ayuda de alguna escalera de mano.
            La abuela se había encargado de mantenerlas todas lejos de nuestra vista. A salvo quedaban también las novelas de Julio Verne, con las que solía fantasear sobre su identidad, y que descansaban sobre la balda superior.
            Una tarde, sin embargo, alguien dejó olvidado un taburete cerca de la librería y no tardamos en abalanzarnos sobre él para comprobar con nuestros propios ojos que el grabado hacía alusión a un suculento tesoro escondido en la famosa y distante isla de Cantamás.
            Desde aquel día concentramos nuestras energías en organizar una expedición a la isla, capitaneados por la abuela y cargados con algunos de aquellos ejemplares de la librería que hacían alusión a viajes extremadamente peligrosos o a las aventuras más arriesgadas emprendidas por jóvenes curiosos e intrépidos. 

DONAIRE GALANTE

jueves, 7 de junio de 2012

MANÍAS DE ESCRITOR. I. EL LUGAR DE TRABAJO


Dar con el sitio más apropiado para que sobrevenga la inspiración puede convertirse en una tarea más compleja que pretender un verano sin calor.
         Por  lo general, el escritor, aun disciplinado como un oficial de la guardia real inglesa, adolece de ese punto de volubilidad tan característico de los artistas que le empuja, en algunos momentos, a recorrer el mundo en busca de esa oficina perfecta donde dar rienda suelta a su pasión.
         Puede tratarse de una habitación provista con los medios necesarios para acometer su tarea (un portátil, algunos CD’s susceptibles de lograr un fructífero enlace con el imaginario, un buen sillón y una luz adecuada), pero también sirve al efecto cualquier inesperado rincón al aire libre en el que el silencio colabore en el hallazgo de las palabras justas.
         Me complace caminar. Como si el mecanismo mental lograra ponerse en marcha al tiempo que el resto de músculos de mi cuerpo. Vagabundear por la ciudad, sin rumbo fijo, a la caza de ese retiro apto para que la olla entre en ebullición. Dejar pasar la vida alrededor, sin apenas reparar en los detalles, con el único objetivo de localizar EL SITIO con letras mayúsculas, ESE LUGAR PERFECTO para establecer comunicación directa con el universo de las ideas.
         Como en todo, hay para todos los gustos: existen escritores de mesa, silla y ordenador; los hay que requieren de un encierro absoluto para reconciliarse con su fantasía. 
Otros, en cambio, preferimos el contacto con el exterior y dejarnos sorprender por ese lugar que, aun sin saberlo, nos esperaba, listo para acogernos en su seno como una madre abnegada.

DONAIRE GALANTE

jueves, 24 de mayo de 2012

WILLIAM SHAKESPEARE

Abordar un artículo sobre William Shakespeare produce una especie de vértigo escalofriante. Como si uno estuviera a punto de subir a bordo de uno de esos vagones que se dejan zarandear por los cables instalados en los rieles de las montañas rusas. 
A riesgo de parecer exagerado, puedo aseguraros que se trata de una tarea de máxima responsabilidad. No es sólo por el peso específico que un escritor de su talla tiene en el panorama de las letras sino porque, a priori, uno se plantea si después de tantas dedicatorias y estudios quedará todavía algo por decir de este dramaturgo y poeta inglés. 
En definitiva, para perderle el miedo a la cuestión decido que plantear una aproximación sin pretensiones es la respuesta más inteligente al problema. 

jueves, 10 de mayo de 2012

UN BLOG, UN ÁRBOL. ¡SALVEMOS EL PAPEL!

ESE AMIGO FIEL QUE ESTIMULA LA CREATIVIDAD


El papel se me antoja un material de incalculable valor. Casi comparable a una piedra preciosa. O a uno de esos amigos que en los momentos duros te demuestran que realmente lo son.


Llamadme loco, pero sin papel la esencia de la mayoría de las cosas, tal como las conocemos hoy, desaparecería.

  • Imaginad, si no, una de esas pequeñas librerías con encanto tan habituales en los rincones más insólitos de las grandes urbes donde conviven ejemplares de todos los siglos con silenciosos barbudos que ocultan su timidez tras el mostrador del local. 
  • O una asamblea de estudiantes indignados donde las reivindicaciones se recogen en pantallas electrónicas en lugar de en los tradicionales panfletos elaborados a marchas forzadas en las máquinas de la copistería de la facultad.

jueves, 26 de abril de 2012

LA SOLEDAD, UN BIEN INFRAVALORADO


La soledad  es un bien infravalorado. Tiene mala reputación, y eso contribuye a que con sólo presentirla a la mayoría de los seres humanos se les erice el vello de la nuca. Es demasiado a menudo contemplada desde una perspectiva negativa, como si se tratara de un fantasma que amenaza con caer sobre nosotros en cualquier momento, envolviéndonos en un aura de tristeza y pesimismo.

Por supuesto que no puede negarse la carga que supone para aquellos que, obligados por las circunstancias personales o sociales, se ven abocados a ella. Aquellos para quienes vivir aislados del resto no ha sido una decisión tomada de manera voluntaria y llegan a padecer los síntomas de una soledad impuesta sufriendo ansiedad, miedo, angustia o desesperación.

Pero como cada cosa en la vida, bien administrada y gestionada la soledad resulta un patrimonio de valor incalculable. Que se lo digan, si no, a una madre de familia numerosa, al camarero de una discoteca de moda, o a uno de esos corredores de bolsa sometido a largas jornadas de cotizaciones.

Me gusta estar solo. Caminar sin rumbo fijo, perdido en mis cavilaciones. Reflexionar sentado frente a un agradable paisaje, dejando que la brisa alborote mis cabellos. Entrar en contacto con el tibio sol, permitiéndole que me caliente los huesos y recibiendo una dosis de vitamina D. O tumbarme bajo la hechicera luz de luna, imaginando cuántos antes que yo habrán tratado de hacer recuento de las estrellas.

Me complace ese momento único en que las palabras sobran. Basta fundirse con la vida que nos rodea, mirar hacia el interior, para encontrar esa paz que con demasiada frecuencia se nos va de las manos. Es fácil que de ese silencio escogido brote un diálogo mudo en que un solo interlocutor se lo dice todo.
DONAIRE GALANTE